Por Alan
Alvarado
Director
de Tecnologías del Conocimiento Latinoamérica
El aumento en cantidad y diversidad de las
demandas de formación dentro de las organizaciones, empuja cada vez más al área
de capacitación a extender su rol y diversificar su oferta. Esto ocurre en dos
sentidos.
1. Pasar de un modelo de toma de pedidos a uno
de oferta de formación en función de necesidades que no golpeen a su puerta,
sino que, al contrario, son fruto de la visión de futuro de la organización.
Esto posiciona al área de capacitación como un aliado estratégico para el
crecimiento y desarrollo de la empresa, en la medida que anticipa la demanda de
formación a partir de un trabajo conjunto con el mando estratégico de la
compañía.
2. Pasar de un modelo de oferta vertical, sustentado
en el mandato de capacitarse, o sea, un modelo "Push", donde
empujamos al colaborador a capacitarse; a un modelo "Pull", donde el
área de capacitación presenta una oferta de formación, estructurada en mallas
de desarrollo, que están disponible para los colaboradores.
Ahora bien, estos dos cambios en el rol y la
oferta del área de capacitación, requieren de soporte logístico para hacerse
reales ya que, como lo habrán pensado al ver el planteamiento de los cambios
propuestos a capacitación, el desafío es grande. Al menos implica:
a. Poder estructurar una oferta diversificada que no sólo se haga cargo de lo urgente sino también de lo importante y estratégico para el futuro de a compañía.
b. Que esta oferta esté disponible permanentemente y para todos los colaboradores, esto es, que sea accesible en cualquier momento y desde cualquier lugar, superando el típico problema de que se necesita cierta cantidad de gente para comenzar un curso, o que deban estar en cierto lugar juntos, o que el proveedor pueda dar los cursos, etcétera.
Una de las herramientas que ha surgido como notablemente útil y pensada para enfrentar este desafío es el e-learning, que de partida permite al menos superar las barreras de la disponibilidad y la accesibilidad de la formación. Pero esto tiene matices, ya que la primera intención de las empresas que entran al mundo del e-learning es hacer todo a medida, o sea, mandar a hacer cursos con conocimiento propio que luego va a distribuir utilizando una plataforma propia o arrendada. Aquí nos encontramos con que los cursos a medida son un desafío para la organización, como lo saben todos los que han hecho e-learning a medida. Un desafío respecto del tiempo que se requiere para el desarrollo (3 a 4 meses en promedio para desarrollar un curso) y un desafío en cuanto a los conocimientos que debe desplegar la organización. Por último, es muy difícil que la organización cuente con todos los conocimientos que necesita, para construir la malla de cursos que requiere su desarrollo futuro.
En este punto, conviene evaluar otra de las
alternativas que nos da el desarrollo actual de e-learning, que son los cursos
enlatados, en otras palabras, cursos hechos por compañías con know how propio,
y que son vendidos bajo la modalidad de licencias en su mayoría. Las ventajas
que nos proveen los cursos enlatados son:
- Ready to go: listos para implementar ya
que requieren un tiempo corto para personalizar elementos gráficos de la
interface general del curso.
- Conocimiento externo a la organización,
habitualmente de buenas fuentes de conocimiento.
- Cursos probados en muchas organizaciones,
donde los consultores que los proveen nos pueden dar buenas guías de uso.
- Diversidad de la oferta: hay catálogos de
cursos para habilidades blandas, ofimática, idiomas, habilidades técnicas,
etc.
- Bajo costo: habitualmente el costo de
comprar licencias de cursos enlatados para un grupo de usuarios es menor
que desarrollar y hacer el delivery del mismo curso. Permite generar
oferta de formación para grupos pequeños, que no serían objeto de un desarrollo
a medida.
Esta oferta, complementa el desarrollo de cursos e-learning a
medida de la compañía y la oferta presencial, generando una malla mixta con
diversas alternativas de navegación, como en esta malla de ventas :
En Tecnologías del Conocimiento Latinoamérica (TDCLA), entendemos
que un modelo de trabajo en base a mallas mixtas nos permite mejorar la
diversidad y flexibilidad de la oferta; compensando con las diversas
alternativas e-learning, las complicaciones logísticas de las alternativas
puramente presenciales. Estos beneficios, se pueden lograr si hay una buena
evaluación de la necesidades de la compañía, que permita hacer una buena compra
de enlatados y que permita maximizar los beneficios de la inversión. Este
trabajo ha sido parte del impulso de los últimos 3 años en TDCLA, donde la idea
es vincular el desarrollo de mallas eficientes, con procesos de evaluación de
impacto de la capacitación que permitan visualizar el aporte de la capacitación
a la performance de la compañía.
Foto: infocapitalhumano.pe
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