Durante el proceso de
construcción y diseño de un curso e-learning para capacitar a un público
objetivo determinado, muchas veces lo primero que buscamos y saber es qué
es lo que quieren, para lo cual destinamos investigaciones, reuniones
con los clientes, contacto con los usuarios finales, entre otras acciones. Sin
embargo, pocas veces nos preguntamos qué es lo que no les gusta y cuáles son
los factores o puntos críticos que generarían el rechazo o la falta de interés
hacia ellos. En el artículo de hoy de [Mundo e-learning], te contamos los 5
factores que harán de un curso una experiencia poco grata para los usuarios.
1. Cursos
de pobre diseño
Los cursos e-learning no siempre
vienen con un diseño estilizado, llamativo o muy fácil de usar. Sabemos que
crear un diseño de interfaz estético requiere tiempo, dinero y talento, pero
eso no significa que los cursos tienen que ser poco llamativos y aburridos.
Según algunos estudios, los usuarios
de los cursos e-learning frecuentemente notan problemas en la calidad general
de los materiales de los cursos e-learning.
Ellos esperan algo más que un curso con mucho texto sobre un tema en
particular y con algunos ejercicios cortos, eso lo pueden conseguir leyendo un
libro. ¿Qué es lo que quieren entonces? Quieren cursos e-learning con un
aspecto atractivo y profesional, que les transmita credibilidad y relevancia.
¿Qué se puede hacer? Crear un
diseño visual amigable y compatible con el usuario y acogedor. El diseño es una
parte fundamental de un curso, pues cumple con el objetivo de generar un
interés inicial y establecer el tono del curso. Por lo tanto, es clave desarrollar
cursos que sean visualmente atractivos e interactivos, con el fin de motivar y
comunicar. Su objetivo es llevar al usuario al
curso llamando su atención. Ellos esperan más que una pantalla
sobrecargada de texto, por lo que es
recomendable reemplazarlo a través de
diagramas, infografías, gráficos, imágenes poderosas, ilustraciones
interactivas y videos, por ejemplo.
2. Cursos complicados y confusos
La frustración es el sentimiento
que surge cuando no pueden alcanzarse metas. Los usuarios de e-learning, no
quieren sentirse frustrados, pues eso los lleva al fracaso, provoca que no les
gusten sus cursos y, por lo tanto, disminuye su voluntad de aprender.
Incluir demasiado contenido en el
curso, por ejemplo, conduce a la sobrecarga de información, lo cual es
frustrante para el usuario. Ser incapaz de pasar a la siguiente sección o tener
dificultades para encontrar a dónde ir, puede crear una experiencia frustrante
y puede conducir a abandonar el curso. Es muy simple: los usuarios quieren
cursos fáciles de usar e intuitivos.
¿Qué se puede hacer? Mantener la
estructura obvia. Los usuarios necesitan estar ocupados trabajando con el
contenido, no tratando de averiguar lo que se supone que deben estar haciendo.
Un diseño simple, claro y lógico es la clave para un curso amigable con el usuario.
Por ejemplo, las personas suelen leer la pantalla de arriba abajo y de
izquierda a derecha – por lo tanto- ordene la información de esa manera. Use
mucho espacio en blanco ya que la sobrecarga de texto causa confusión. Agrupe
elementos relacionados juntos, por ejemplo, cualquier texto explicativo que
acompaña a una gráfica determinada.
Un curso de e-learning bien
diseñado, muestra a los usuarios dónde han estado y hacia dónde van. Una
navegación centrada en el usuario y barras de progreso ayudan a iluminarles el
camino. Además, los cursos siempre deben comenzar con una serie de
instrucciones sobre cómo utilizar el curso, cómo avanzar y cómo regresar. Deber
ser fácil para los usuarios navegar a través de un curso, no importa qué tan
atractivo sea el contenido o innovador sea el diseño, si el curso no se puede
navegar con facilidad o si no es accesible, los usuarios llegan a un nivel de
desmotivación tan alto que simplemente cierran el curso.
Las actividades forzadas,
programadas para obligar al usuario (a hacer clic, por ejemplo, en cada uno de
los puntos antes de poder seguir), son muy irritantes. Cuanto más restringido
sea el curso más oportunidades tiene de frustrar a los usuarios. Hay mejores
maneras de ayudar a la gente a aprender, sobre todo a los usuarios adultos,
quienes son más auto-guiados en su aprendizaje y quieren controlar su ritmo(tiempos
de inicio / pausa).
¿Qué se puede hacer? Darles más
libertad. Confiemos más en ellos para que tomen control de su aprendizaje.
Déjelos elegir lo que quieren ver y cuando lo quieran, desarrolle un ambiente
donde los usuarios puedan hacer clic y explorar el contenido a su gusto, de
esta manera se mejorará la experiencia de aprendizaje. Incluso proporcionando
un orden sugerido, deberá permitirse que los usuarios tomen el curso en la
secuencia que ellos prefieran.
4. Pérdida
de tiempo
La frase "hay una necesidad
de velocidad" es cierta: los usuarios e-learning desean rapidez, quieren
la información y respuestas de manera rápida y, además, quieren que se presente
en forma visual e interactiva. Para ellos, es una cuestión de entrar y salir lo
más rápido posible y luego volver al trabajo; entre más rápido, mejor.
Los usuarios están interesados en
información directa, explícita e inmediata, esto significa: sólo la información
esencial en el momento justo. Ellos no quieren perder tiempo revisando el
material que ya conocen.
¿Qué se puede hacer? Como
profesionales de e-learning, lo primero en hacer es asegurarse de que se haya
optimizado todos los elementos multimedia para una entrega efectiva. El equipo
puede estar funcionando a un nivel óptimo, pero si la conexión de red está
paralizada, los usuarios van a criticar el curso por ser pesado y tener un
tiempo de carga excesivo.
La mejor manera de permitir al usuario
conseguir lo que necesita, mientras se evita lo innecesario, es a través del
método "ensayar y contar", esto quiere decir, evaluar el aprendizaje
inmediatamente. Si saben la respuesta, pueden continuar y obtener alguna
realimentación; pero, si contestan mal, aparecerá el material de la lección.
5. Información sin sentido
Muchas veces, los cursos de e-learning
están cargados de información que no dicen nada importante. Pueden ser cursos
diseñados con mucho estilo, pero en realidad no enseñan. Tener cursos así,
frustra a los usuarios y provocan que ellos nunca quieren volver a tomar un
curso de éstas características. La relevancia es, por mucho, el motivador de
mayor éxito reportado al tomar una sesión de e-learning: cuando el contenido es
significativo para el público, ellos se interesan por el curso.
¿Qué se puede hacer? Evite cursos
poco valiosos. En muchos casos, los cursos e-learning no tienen objetivos de
aprendizaje claros y medibles. Cada curso debe tener un objetivo específico y
el contenido debe centrarse en el cumplimiento del mismo. Si el contenido no
contribuye al objetivo, entonces puede obviarse. Para la construcción de un
mejor curso, el enfoque debe estar siempre puesto en el cumplimiento de los
objetivos.
En cada paso del camino, se debe
analizar cómo el contenido afecta directamente al usuario. Si los usuarios no
están seguros de hacia dónde se dirigen o no encuentran sentido a lo que están
haciendo desde el principio, es probable que no respondan al curso. Es
recomendable crear cursos que se relacionan o se apliquen directamente a las
necesidades percibidas del usuario, para que sean oportunos y adecuados para
sus actividades cotidianas laborales.
Link de referencia: www.shiftelearning.com
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