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Fuente: http://www.motivateplay.com |
La motivación cumple un rol crucial en el aprendizaje. Seguramente nadie estaría en desacuerdo con esta frase. Es sentido común, después de todo: si alguien no está motivado a aprender, es probable que su aprendizaje no sea óptimo, o, en el peor de los casos, que este no ocurra en lo absoluto. Como diseñadores instruccionales, y docentes en general, la motivación de nuestros alumnos siempre ha sido un tema que genere ávidas discusiones. Es común que docentes de todos los ámbitos se esfuercen en ofrecer clases (o cursos) motivadores, pero, ¿qué hay sobre la motivación intrínseca? Aquella que proviene no de estímulos externos sino del interior de la persona. ¿Es posible para los docentes influenciar a los alumnos en lo que respecta a este tipo de motivación? El artículo que presentamos a continuación, escrito por Julie Dirksen, ofrece respuesta a esta y otras interrogantes.
Tuve una conversación con una colega hace ya un tiempo acerca del rol que cumplimos como docentes en motivar a los alumnos. Su prerrogativa era que la formación no tiene la intención de motivar a los alumnos – ellos o están motivados o no, y no es nuestra responsabilidad, como profesionales del aprendizaje y el desarrollo, motivar a las personas.